sábado, 11 de septiembre de 2010

El cielo de los peces

Los perros ladran, los pericos chiflan a las chicas guapas que pasan, los gatos maúllan y últimamente todas las mujeres quieren ser gatos de tal manera que ya no se sabe quien es más ingrato. Aunque estas sean las más comunes existen otros tipos de mascotas como los hurones que de repente en algún momento ya están metidos en los lugares más recónditos, ó los cuyos ó los hamsters que parece que siempre tienen miedo de todo aunque estén ahí guardaditos en su recipiente de vidrio
Encontramos también serpientes quienes están todo el tiempo en su recipiente de vidrio y no pueden mover sus curvas tan característica y sensualmente como si estuvieran en libertad. Y hablando de libertad encontramos a los pájaros quienes solo vuelan de lado a lado en su reja postrándose en sus tubitos de madera y tirando a sus huevos del nido para siempre si alguien osa mirarlos por eso no es raro encontrar pajareras tapadas con un trozo de tela.
Los que tienen un poco más de libertad son los conejos ellos si pueden andar de allá para acá de vez en cuando aunque después tengan que guardarse en su jaula. Y no faltará el conejo que se encuentre con un gato como compañero quien jugando le rasguñe un ojo y termine en un asilo de conejos donde seguramente la pasará mejor conviviendo con otros conejos y conejas como él, y no con gatos juguetones y manchados como el otro.
Otros que generalmente se encuentran acompañados son los peces, es muy raro encontrar algún pez solitario en alguna pecera, pueden estar acompañados de otros iguales a ellos o diferentes, ya sea en color, tamaño y hasta forma. Los puedes encontrar organizados hasta por personalidad como los agresivos quienes, según los expertos, es mejor ponerlos con otros de su misma personalidad para que no les peguen a otros; y yo me pregunto: sí unos son agresivos y los otros también y todos están en la misma pecera ¿no se atacan entre ellos? Todo parece indicar que no que solo se manchan con los que se dejan.
Las aves vuelan, los peces nadan, las aves cantan, los peces nada. Los peces son el tipo de mascota perfecta para un niño porque no hay que sacarlos a pasear, sacarlos de su jaula de vez en cuando, limpiar sus heces, ni tener mucha responsabilidad con ellos y si al final se mueren siempre aparecerá un sabio padre que lo lanzará al inodoro al cielo de los pescados, explicará la lección al hijo y procederá a comprar una mascota de mayor responsabilidad.
A pesar de casi nunca estar solos parece que sus vidas son las más aburridas del planeta porque por más que naden y naden hacia todos lados no van a ninguna parte. No faltará quien afirme que se les debería sacar de vez en cuando de la pecera para que sientan un poco de emoción y entiendan que la vida no es nada más hasta donde el vidrio permite. Habrá quien argumente que en un día de stress puede uno mirarlos durante algunos segundos o minutos y ese stress disminuirá considerablemente.
Y si eso tiene algún ápice de verdad hemos pues encontrado una función mas para estos entes acuáticos que solo ser adorno de acuarios e inodoros. En esta época moderna todo mundo anda de arriba para abajo (como los peces) y tener una mascota de responsabilidad mayúscula se torna complicado por aquello de la atención que requieren; andar de arriba para abajo puede en algún momento causar stress y disminuirlo un poco con solo mirar las efímeras vidas de esta especie mientras se les alimenta puede resultar muy productivo tomando en cuenta que es poco tiempo el que toma alimentarlos. Y así la existencia de estos será productiva para la existencia de otros y si no, siempre estará el cielo de los peces.